miércoles, 28 de noviembre de 2007

Si mi mujer me pone los cuernos, ¿debo preocuparme?






CONSULTA #7



Después de tomar un café con un amigo, estoy realmente preocupado. NO sé por qué, pero la conversación derivó en mi amigo contándome una serie de historias horripilantes. Terror puro y duro. Como la de aquella chica que se lió con otro en pleno viaje de novios, o la otra que ni esperó a que pasara la noche de bodas: pretextó encontrarse mal en la fiesta y su marido la encontró en pleno folleteo con un invitado... ¡en la habitación del hotel que habían reservado para pasar su primera noche como matrimonio! Por no hablar de aquel otro caso... no, no quiero seguir. Acabé con el estómago revuelto y atando cabos. Yo soy de esos tíos anticuados de los que quedan pocos, que quiere a su mujer y nunca soñaría en montárselo con otra... no que nosotros nos lo montemos muy a menudo, pero en fin, son diez años de matrimonio y es comprensible. Pero me voy por las ramas: el caso es que de resultas de la conversación con mi amigo, recordé que mi mujer ha estado últimamente algo distraída, alejada, y pasando mucho tiempo fuera de casa... y de cobertura de móvil. Creo que tiene un amante, menos mal que ha tenido paciencia y hemos pasado la noche de bodas y la luna de miel sin mayores tropiezos, porque no aguantaría el bochorno de que me pusiera los cuernos delante de nuestras familias y nuestros invitados.

Y volviendo al presente, ¿qué hago? Quizá debería comportarme como un "latin lover" y sacar la navaja e ir en busca de ellos, de mi mujer y su ligue, pero la verdad es que mi temperamento no es así. Lo que me apetece es seguir con mi rutina, pasar de todo, y si tiene un amante, que lo disfrute, pero que no me maree con sus andanzas. A mí me gusta vivir sin sobresaltos, con toda la vida planeada cada día,... ¿Cree usted que estoy enfermo por pensar así? ¿Debo consultar a alguien?


Pepito Morales (Villanueva de Arriba) (*)


DOCTORA MAIATU:


Qué va, qué va, no estás enfermo, lo que pasa es que eres un comodón y un vago... ;-) Por lo menos lo reconoces, chico. Mira, puede que algún día tu mujer llegue a casa y te anuncie que te deja, pero otra posibilidad es que sea tan acomodada como tú (si se ha casado contigo por algo será, ¿no?) y sigáis ambos en el limbo por los siglos de los siglos: tú con crecientes cuernos y ella con crecientes amantes. Pues muy bien, no es lo que yo llamaría el matrimonio ideal, pero puede valer si os encaja a los dos y ninguno quiere cambiar, felicidades, y a disfrutar de vuestro... ¿matrimonio? ¿O diría mejor pandemonio? ;-)

(*) Estos casos son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia... o debería serlo.

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